Los viajes y el coronavirus…deja de postergar

En esta ocasión mas que compartirte la experiencia de un viaje quiero compartirte nuestra experiencia y reflexión en la planeación de un viaje que resulto caer justo en la pandemia a un país de Asia. También quiero aclararte que este post no invita a viajar imprudentemente. Sigue las indicaciones del gobierno de tu país.

La última vez que salímos del país antes de este viaje fue en Agosto del 2019, en cuanto regrese nos moríamos de ganas por saber cual sería nuestro próximo  destino, a mí me funciona pensar así porque me encanta tener una meta próxima, no importa que sea a corto plazo, siempre me gusta saber que hay algo que debo esperar con gusto. Para serte sincera esta actitud además de estar relacionada con que amo los viajes tiene que ver con mi ansiedad, pero bueno, esa es otra historia.

El destino era Nueza Zelanda, planeabamos  viajar en Diciembre del 2019 y la principal razón era realizar un trekking de 4 días a «Milford track», el que es considerado el trekking mas bello del mundo, además de brincar desde el columpio mas alto del mundo en Queenstown, pero el presupuesto para visitar Nueza Zelanda era bastante elevado, la verdad se salia de nuestra capacidad de pago en ese momento, me desanime un poco, pero como Marco y yo deseábamos aprovechar nuestro descanso de fin de año, nos lanzamos a realizar un recorrido en auto a Baja California de 11 días (excelente elección, puedes leer mi experiencia en este blog). Aún teníamos ganas de salir fuera del país porque para nosotros la lejanía representa cambio y reto y aunque amamos Baja California, planeábamos nuestro viaje en Octubre para poder viajar a otro país en Febrero del 2020.

Investigue a donde podríamos viajar con un presupuesto reducido y ahí apareció, ¡»Vietnam»!, a pesar de ser un país altamente turístico para los europeos y Chinos, no es un deseo de los mexicanos. Podía viajar en Febrero o Marzo y en aquel entonces no sabíamos nada del Virus, así que sin mas, nos dedicamos a trabajar horas extras para pedir días adicionales en el trabajo, pedir permisos, vacaciones, etc., al final juntamos todo lo que podíamos para irnos 17 días a ese viaje tan deseado.

Las cosas se fueron armando solas, de no saber nada de Vietnam de repente todo parecía perfecto, hermosas playas, lindas ciudades, historia, paisajes sacados de un cuento de hadas, actividades extremas y todo a un precio muy asequible.

Me compre un libro de Loney Planet, si te gusta viajar debe ser tu lectura predilecta,  imprimí un mapa y empecé  marcar a donde queríamos ir y que queríamos visitar, veía las fotos y decía, ¡aquí!,  ¡aquí!, ¡aquí!, ¡aquí!, de repente, ya teníamos planeado dormir una noche en un barco, explorar la selva durante dos días para visitar la tercer cueva mas grande del mundo, visitar templos, museos y comer Pho hasta reventar. (Pho es la comida estelar de los vietnamitas). Pero entre tantos deseos había que juntar algo de dinero, así que hicimos cuentas, compramos los vuelos con tarjeta de crédito porque no teníamos el efectivo y ahorramos un par de meses. Logramos tener todo listo.

De repente el Coronavirus apareció por todos lados, nosotros viajamos a finales de Febrero y sin esperarlo fuimos notificados de que teníamos la opción de cancelar los vuelos o re-agendarlos ya que todos los vuelos a China fueron cancelados (Nuestro vuelo tenía escala en Beijing).  No dudamos en buscar otra alternativa, ¡teníamos todo listo!, México y Vietnam aun tenían las puertas abiertas a los viajeros, la restricción en ese entonces solo era para China.

Así, que un día después de que nos cancelaran el vuelo encontramos otro destino para hacer escala y ¡lo logramos! , pasamos de no tener vuelos, a hacer escala en Qatar durante 24 horas para llegar a Vietnam; nuestro viaje empezó el 28 de Febrero.

Estando en Vietnam  tuvimos la suerte de poder hacer todo lo que teníamos planeado, sin embargo cuando dejábamos un lugar inmediatamente al otro día cerraban la actividad como prevención por el virus; sin mentirles esto nos paso en muchas ocasiones; en el paseo en barco de 2 días, fuimos el único y ultimo barco que zarpo a una de las bahías antes de que cerraran el puerto, fuimos el ultimo tour a la cueva, el ultimo recorrido en lancha en un río que cruzaba las montañas, los últimos en visitar un pequeño pueblo que se dedicaba al cultivo del arroz, de hecho estando en ese lugar, un día por la tarde decidimos postergar un recorrido para realizarlo para el día siguiente y ¡oh sorpresa! fuimos desalojados del hotel ya que los dueños estaban preocupados porque había un extranjero sospechoso de haber adquirido el virus en el pueblo, lo que nos imposibilitaba visitar el lugar que habíamos aplazado; abandonamos el pueblo para dormir en la ciudad pero decidimos volver al día siguiente sin hospedarnos en el pueblo para ser nuevamente los últimos en conocer uno de los mas bellos miradores que ves en la foto de esta entrada al blog.

Los últimos días de nuestros viaje teníamos mucha incertidumbre porque la situación paso a ser de un viaje con precaución a un viaje de abandonar Vietnam inmediatamente mientras podamos, las cosas cambiaron dramáticamente en un par de días y los países pedían regresar a sus ciudadanos a los países de origen; afortunadamente regresamos el 17 de Marzo en uno de los últimos vuelos de Vietnam a Qatar y finalmente de Qatar a Los Angeles donde después manejamos hasta México.

Después de eso, todo se torno complicado, estuvimos aislados durante dos semanas antes de regresar a trabajar para evitar el riesgo de contagiar a alguien si es que nos hubiéramos contagiado. Al regresar a trabajar se declaro emergencia sanitaria y tuvimos que volver a nuestras casas, para nosotros , el encierro comenzó el 17 de Marzo.

¿Porque te cuento todo esto?

Tengo muchos amigos que lamentablemente perdieron sus viajes y quizá por las circunstancias no podrán viajar este año y  los permisos, dinero y planes que tenían no puedan ser aplazados. No todo es viajes cancelados, ¿cuantos de nosotros no hemos culpado al virus de interrumpir nuestra vida? (Me refiero al virus como al culpable porque es la causa directa de nuestro aislamiento aunque la causa raíz evidentemente es otra).

Quiero compartirte desde mi opinión que el virus no vino a cambiarnos la vida interrumpiéndola, creo que es una lección para enseñarnos a dejar de postergar, dejar de esperar el momento perfecto para viajar o para comenzar con el arranque de algunas de tus metas..

A veces no viajamos porque esperamos que alguien lo haga con nosotros, a juntar cierto dinero y a idealizar tanto el viaje con miles de pretextos para no realizarlo: ¡es que mi primer viaje tiene que ser a España¡, ¡es que tengo que hospedarme en ese hotel¡, ¡ es que viajo con un niño pequeño y el no lo disfruta¡, ¿enserio?, un niño se divierte hasta con un ¡bote lleno de arena! , ¡creéme que sera feliz viajando contigo a donde sea!

Todos tenemos diferentes prioridades  y esas son cuestiones muy personales y construidas en base a nuestros deseos y plan de vida, sin embargo, si una de tus prioridades es viajar y estas esperando el momento perfecto para hacerlo, creo que debes de mirar hacia atrás y pensar cuantas de las cosas que haz hecho tarde en tu vida pudiste haberlas hecho antes y que ahora que lo sabes te arrepientes

Hubiera deseado viajar antes para madurar viajando, mientras tuviera que aprender a la mala hubiera visto desde mi ventana una nueva montaña, habría podido engordar por haber comido pasta en Italia y no por ansiedad , hubiera llorado al ver un nuevo paisaje y no por sentirme infeliz, me hubiera perdido en una nueva ciudad y no a mi misma, habría sufrido por aprender un nuevo idioma o por buscar un nuevo trabajo , hubiera querido que las cosas malas que me pasaron hubieran sido en otro sitio, donde la incertidumbre me acariciara la mente para motivarme a seguir adelante por un buen motivo y para que la lluvia, el sol y el viento me quitaran la ceguera mental que perdí hasta hace unos años, la verdad, hubiera querido decirle que «Si» a tantas cosas que les dije «después»…

Hace 11 años estaba en España durmiendo en la cajuela de un auto en Valencia, acabe así porque yo quería conocer la ciudad y ya no tenia para el hospedaje, recuerdo que para ahorrar decidí dormir en el auto y comprar comida en el mercado; en esa ocasión me sobraban  2.5 euros después de apartar dinero para la gasolina, decidí gastarlos en un juego mecánico de una feria de una plaza, hasta el momento ha sido uno de los juegos mas divertidos de mi vida. Era un juego que se movía como péndulo mientras yo encerrada en una jaula me despegaba del suelo al elevarme, mi panza entre risas y vértigo me dieron uno de los momentos mas bonitos de mis recuerdos, porque estaba sola en una plaza preciosa en una feria nocturna riéndome de mi misma.

Al día siguiente después de 4 meses 1/2 en Europa tenía que regresar a México, entregue el auto y me dispuse a tomar el autobús al aeropuerto, pero me faltaban 50 céntimos, tome una escoba y me puse a barrer el piso de mi departamento porque pensé que así sería la única manera de encontrar alguna moneda perdida en el suelo y ahí apareció, entre la tierra, 50 céntimos exactos (parecía capítulo de la Rosa de Guadalupe ¡jajajaja!,  los mexicanos entenderán  ) , así que tome la preciada moneda para tomar mi autobús.

Si yo hubiera pensado dos veces en ir a Valencia por falta de dinero, el día de hoy no estaría sonriendo de lo divertida que estaba sola en ese juego mecánico y tampoco te estaría contando esta divertida historia…

 

 

 

 

 

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